Dieta de las divas puede ayudarte a perder peso.

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Por: Psic. Carlos Robles **¡Suscríbete HOY! para recibir más artículos como este en tu correo GRATIS **

Hace algún tiempo, algunas celebridades como Jennifer Aniston, Sandra Bullock, Kristen Davis y la ex Spice Girls, Geri Halliwell, sorprendieron al mundo con su delgada y bien torneada figura. Ellas confesaron que estaban siguiendo un nuevo régimen alimenticio alto en proteínas y bajo en carbohidratos.

Desde luego, como cualquier novedad, esto fue cuestionado y algunas personas aseguraron que no era tan efectivo como las divas de Hollywood prometían. Para sorpresa de sus detractores, hoy se sabe que esta dieta sí funciona, según lo confirmó un grupo de investigadores.

Un grupo de científicos australianos comprobó que si se consume una mayor cantidad de proteínas que de otro grupo de alimentos, es posible reducir de peso mucho más rápido.

El estudio fue realizado por la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Mancomunidad de Australia, que indagó sobre la polémica dieta y encontró que quienes la seguían perdieron más peso que otros que siguieron sistemas en los que se daba prioridad a los carbohidratos.

Este estudio fue realizado con la colaboración de un grupo de mujeres mayores de 40 años (rango de edad en el que se encuentran las celebridades mencionadas) con sobre peso. Luego de 12 semanas de observación, se comprobó que quienes consumieron pocas calorías y muchas proteínas lograron perder seis kilos; en cambio, quienes tuvieron una dieta baja en calorías y alta en carbohidratos sólo pudieron disminuir tres.

La doctora Manny Noakes, experta en dietas y quien formó parte del grupo de investigación, aseguró que la dieta alta en proteínas y baja en calorías es efectiva y representa una buena opción, válida y segura, para perder peso.

Agregó que el estudio realizado por el grupo de investigadores australianos adquiere más validez por la escasa información, con auténtico respaldo científico, que existe sobre el método alto en proteínas y bajo en grasa que se ha hecho tan popular en los últimos tiempos.



¿Qué se puede comer?

Las mujeres que colaboraron en el estudio de la Organización de Investigación Científica, sometidas a la dieta alta en proteínas, tenían que comer 100 gramos de pollo o pescado, acompañados con productos lácteos bajos en calorías; por la noche, cenaban 200 gramos de carne roja sin grasa. El plan nutricional también incluía algunas porciones de carbohidratos y azúcares de la fruta.

En general, una dieta alta en proteínas debe tener, en promedio, un 34% de proteínas —provenientes, sobre todo de la carnes rojas y el pescado—, un 46% de carbohidratos y sólo un 20% de grasa; en cambio, las dietas altas en carbohidratos consisten 63% de estos nutrimentos, un 20% de grasa y el 17% restante de proteínas.

Los investigadores australianos sostienen que un régimen alto en proteínas, además de la rápida reducción de peso, ofrece ventajas a la hora de ingerir alimentos, ya que con un buen trozo de carne la persona queda más satisfecha que si comiera sólo verduras y agua.

Un vocero del grupo de investigadores señaló que una dieta alta en proteínas también ayudaba a estabilizar la producción de glucosa e insulina que ayuda a controlar el hambre.

Está permitida la carne de res, pescado, huevos, crustáceos, mariscos y aves (no se puede comer cerdo); lácteos como el requesón, queso fresco y leche, por lo que la dieta no es tan rigurosa.

A favor

Las proteínas son fundamentales para el buen funcionamiento del organismo: crean células y tejidos; permiten el movimiento de los músculos. El consumo de grandes cantidades de proteínas hace que se movilicen los depósitos de grasa y estimulan al sistema nervioso; además inhiben el apetito.

Quien lleva dieta de proteínas es más probable que no la deje como otras.



En contra

Entre los mayores riesgos de esta dieta se encuentra, en primer lugar, la carencia de vitaminas, que se obtienen de las frutas y verduras; además, cuando se consumen en exceso, la degradación de las proteínas produce sustancias tóxicas que dañan la función hepática y renal

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