Hoy en tiempos en que se nos pide echar mano de la espiritualidad para lidiar con el estrés y permanecer en calma, ¿qué tal un poco de sexo tántrico? Seguramente, mucho has escuchado hablar acerca del Tantra y del sexo Tántrico. Pero ¿en realidad qué es? ¿qué significa? y la pregunta mayor ¿cómo se hace?. ¿En realidad funciona? Sólo echa un vistazo y pon manos a la carne...
Dentro del yoga existe una práctica igual de meditativa y contemplativa, pero que se ocupa de lo sexual. Eso es el Tantra, Tantrismo o sexo Tántrico. La idea es transmutar la energía desde el hacer hasta el ser. Es un conjunto de textos y rituales religiosos budistas en los que se explica la práctica del sexo consciente como un camino para potenciar la sensibilidad humana.
En palabras terrenales esto significa: dejar de llevar la cuestión sexual al mero plano carnal, para trasladarlo a una relación más espiritual o mística que nos ayude internamente como seres individuales y como pareja. Claro que hay que saber cómo, en dónde y con quién.
En India, se cree que la energía sexual es la más poderosa del planeta y por eso consideran que la eyaculación masculina es un desperdicio de energía. Según el Tantra, el orgasmo no es el objetivo final sino el reconocimiento de la espiritualidad del otro a través de las caricias y el tacto. Lo principal en el Tantra es el camino, el viaje y no el objetivo. Por eso recomiendan hacer el amor una vez al mes, para que la energía sexual se acumule y el disfrute iniciático de energía erótica sea mayor.
En Oriente piensan que a través del sexo podemos lograr cualquier cosa que queramos, podemos pedir y lo obtendremos (claro, en el plano espiritual), y afirma que todos los seres humanos tenemos una energía sexual indescriptible. Podemos crear. Muchas culturas han creído a lo largo de centurias que el sexo es energía creativa y energía salvaje.
¿Cómo empezar?
Hay que darse un buen tiempo para meditar, aprender a respirar y sobre todo algo que ya hemos perdido con nuestra vida agitada: aprender a sentir y a explorar cada nueva sensación. Sorprendernos nuevamente de las cosas sencillas. El sexo tántrico nos ayuda para eso y si lo pruebas y lo practicas bien será maravilloso y no volverás a dejarlo de hacer algunas veces durante tu vida sexual.
En el Tantra, la mujer es el eje principal, es la energía renovadora y pura. Ella desempeña un papel de iniciadora y maestra de la sexualidad, por lo mismo debes otorgarle a tu mujer ese poder y dejarte llevar y guiarte por sus sensaciones para alcanzar tu propio máximo placer.
Pero también hay que tener en cuenta que, como todas las jornadas sexuales, el sexo o la excitación no es igual siempre para todos. Será diferente, y en el Tantra no será la excepción.
Por eso les será más fácil entrar a la práctica del sexo tántrico a aquellos que hayan llevado alguna vez o previamente algún método yóguico, de relajación o expansión del espíritu. Si crees que eres, digamos, demasiado terrenal para volverte un iniciado espiritual, no te preocupes, todos alguna vez comenzaron igual. Lo que se trata aquí es de dejarte llevar y sobretodo disfrutar.
En el sexo Tántrico no hay uno que disfrute más y uno que disfrute menos. Los dos disfrutan y viven el sexo por igual. Los dos tienen orgasmos (y múltiples, en ocasiones) y el disfrute carnal, dentro de lo místico, es indecible. Hasta ahora vamos bien y nos conviene a todos ¿no?.
Hay que saber que para lograr una profunda sesión de sexo tántrico éste puede llevarte meses, días, años o minutos. Es cuestión de la apertura de cada uno a esta nueva experiencia. Te recomiendo alternar esta práctica con otra de relajación o espiritual para que no cueste entrar de golpe al Tantra, algo así como Yoga, Tai Chi o en ocasiones hasta un spinning o ejercicio común bien practicado y consciente puede ayudar.
Si ya que tienes a tu víctima tántrica entonces no tengas miedo para dejarte tocar por todos los sentimientos o sensaciones que lleguen. El sexo tántrico es un ritual, así que como tal hay que hacerlo y respetarlo.
Prepárate
Escoge un ambiente cálido en el que los dos se sientan cómodos. Puedes usar inciensos, velas o flores. Ten a la mano aceites aromáticos, bálsamos comestibles, plumas de aves, agua para beber, vino y comida (puede ser fruta ligera como uvas, fresas, cerezas, dulces o chocolates), que tenga al lado por si la jornada es larga y necesiten descansar (aunque no del todo, hasta para comer en ese momento debe ser de forma súper erótica).
Desconéctate del mundo. Apaga celulares, baja el timbre del teléfono y cualquier alarma que pueda interrumpir su sesión, cierra las puertas y no estén para nadie. Recuerda que en ese momento en el mundo sólo están ambos.
Se ha descubierto que el sexo tántrico, además de ayudar a una relación más profunda de pareja, es una posible solución para la rutina, la falta de interés que viene con los años o algunas disfunciones como la anorgasmia, la impotencia o eyaculación precoz. Así que felices, largas y deliciosas sesiones de sexo tántrico... ¡A disfrutarlo!
Caricias Tántricas previas
Se dice que en la yema de los dedos fluye nuestra energía bienhechora hacia el otro. Es por eso que las caricias con la punta de los dedos es sumamente estimulante y más erótica de lo que imaginas. Aquí algunos consejos breves previos al sexo tántrico.
1- Acaríciense en pequeños movimientos, circulares, lineales, de arriba abajo, sintiendo cómo se encrespan los vellos de tu pareja y cómo poco a poco su respiración se agita. Tarda en esta etapa el mayor tiempo posible. No acaricies genitales ni pechos durante esta etapa.
2- Colóquense sobre la cama y disfruten la suavidad de sus pieles juntas, uno de espaldas y el otro de frente, sin que haya penetración. Acaríciense con diversas partes de su cuerpo que comúnmente nunca se utilizan durante el juego sexual previo.
3-Luego, tóquense de frente e intenten utilizar todos sus sentidos. Huelan la piel del otro y saboreen sus diversas partes (sin aún tocarse los genitales).
4-Este juego de caricias previo al sexo tántrico puede ser ideal para abrir puertas de nuevas sensaciones y estar mucho más despiertos cuando la práctica sea completa. Te darás cuenta de que puedes tardar toda una noche acariciando, besando, mordisqueando, oliendo y saboreando al otro durante horas y que las primeras luces de la mañana llegarán con el mayor de los placeres.
viernes, 1 de mayo de 2009
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