Juegos eróticos para parejas jóvenes

La caja de los deseos
Complácelo. Pídele que escriba en una lista sus fantasías sexuales, incluso las que por pena o falta de comunicación no te haya dicho, es decir todo eso que desea hacer o que le hagan.
Recorta la lista y obtén pequeños papeles y colócalos en una caja linda que previamente hayas decorado. De vez en cuando pídele que saque uno de estos papeles doblados de la caja de los deseos.
Tú deberás complacerlo al pie de la letra. Claro, recuerda, que siempre se trata de juegos consentidos, seguros y placenteros donde nadie en su relación u otra persona resulte lastimada. Dependerá de lo que hablen entre ustedes si esos deseos serán largos, que duren horas por ejemplo, o sean breves de 10 minutos.
Él deberá recompensarte también con otra caja de deseos igual, por supuesto. El placer siempre es mejor si es mutuo y ambos disfrutan por igual. Así, estarás jugando con el azar para que éste decida lo que les dará más placer cada noche. Tiempo de cocción: al gusto. Mensajes traviesos
Incluso cuando tengas muchos años viviendo con tu pareja, la pasión no tiene por qué marchitarse. De pronto, puedes hacer travesuras como, por ejemplo, colocarle un recado entre su agenda del trabajo, en su portafolio, en el auto, en el bolsillo de su saco en el que puedes describir lo que sucederá esa noche cuando llegue a casa luego de un extenuante día de trabajo y que puedan ser leídas por él mientras está en una junta aburrida y solemne, le alegrarán el día y lo excitarán.
Frases como "Te esperaré desnuda con una cena en casa", "Hoy estrenaré lencería y será sólo para ti", "Quiero que pase el día lo más rápido posible sólo para que nuestros cuerpos se unan", "Vale por un masaje erótico cuando llegues a casa" o "Esta noche una Lolita te espera", le podrían encantar. Si él sale de viaje, por uno o dos días, en su maleta esconde alguno de estos mensajes, que le hagan pensar que además de tener una mujer detallista que lo ama en casa, no permite que la llama de la sexualidad se apague.
Imagina todas las frases posibles, desde las más tiernas hasta las ardientes que lo dejen pensando en ti todo el día. Deja salir tu sensualidad, inocencia, femeneidad y, por qué no, hasta tu cursilería erótica. En la guerra como en el sexo, todo se vale. Tiempo de cocción: 5 minutos.
Disfraces ardientes
Es una fantasía tanto de hombres como mujeres: ser quienes no somos en la cotidianeidad. En el sexo aún más. Disfrázate y conviértete en el personaje que más desees. Invítalo a cenar a tu casa y cuando llegue, oh sorpresa, hay una colegiala, una mujer policía, una gatúbela o una enfermera sexy esperándolo. Para ello, maquíllate diferente, compra disfraces o confecciónalos tú misma.
Usa pelucas y lentes de contacto. Que en verdad sea al mismo tiempo una fantasía hecha realidad para ti. Puedes ser desde la jovencita que va de visita con un doctor perverso, hasta una chica indefensa que es asaltada en su casa por un amigo, una actriz que sepas que le gusta a él y que lo seduce, una perfecta desconocida que lo conquista en un bar o una dominatrix a la que sólo le interesa el sexo salvaje.
Verás que en el momento en que sientas que te conviertes en una mujer con características que no tienen que ver contigo en tu vida cotidiana, ni buenas ni malas, ni mejores ni peores, simplemente diferentes, tú, como él, te sentirás más desinhibida para hacer cosas que tal vez normalmente no harías.
Los dos entrarán en un mundo de fantasía y el sexo será espectacular. Un punto importante es saber que cualquiera que sea el papel que se adopte ninguno de los dos deberá juzgar al otro por lo que se realice, se hable o deje de hacer en ese mundo de fantasía. Tiempo de cocción: al gusto
Sé divertida
A los hombres no les gustan los dramas ni las mujeres con cara de acelga y pocos amigos todo el día. Sonríe, por favor. Diviértete con el sexo para que él se divierta también. Si tú lo disfrutas él lo disfrutará más.
De vez en cuando durante el sexo, previo a él o mientras hablan de sus fantasías, sé divertida y alegre. Hagan bromas, chistes, ríanse incluso de sus errores y de la vida misma. Así, conforme más divertida seas más ocurrencias tendrás a la hora del sexo con tu pareja. Tiempo de cocción: toda la vida.
Sexo en el baño
Es una de las fantasías de muchos hombres y de las mujeres también, pero casi no revelada entre nosotras. Aprovechen el baño de alguna fiesta en casa de alguien, de un bar, de un museo, de un teatro al que puedan ingresar ambos a escondidas sin ser sorprendidos o en su casa misma.
Ella puede agacharse de frente al lavabo (desde entonces agradecerás que no sólo sirva para lavarse las manos) donde casi como regla general hay un espejo. Esto puede llegar a ser súper excitante ya que ambos pueden mirarse el rostro de placer durante el acto y además es una posición cómoda para ella que puede sostenerse con los brazos y para él que puede tomar impulso.
Él por detrás de ella o ella sobre el lavabo y de frente al él pueden ser dos posturas realmente rápidas y excitantes. Vale decir que en ocasiones no llegar al orgasmo o al clímax puede ser más erótico, por ejemplo si están en una fiesta o en un baño público. Apenas tener algunas penetraciones y luego salir como si nada, ofrece un placer de complicidad indecible y que puede servir como preámbulo para el sexo completo y final en casa. Tiempo de cocción: 15 minutos.
Vibradores para dos
Si se trata de la primera vez que ambos usan vibradores, les recomendamos que traten con uno pequeño de baterías con el que se sientan cómodos. Una de las grandes cualidades de estos es que proporciona una sensación indecible en el clítoris de ella y en el pene de él, cuando se usa también para acariciarlo.
Hay algunos de diseños muy discretos y juguetones como patos, por ejemplo, listos para usarse en la bañera o mientras se viaja en auto. Comienza masajeando alrededor del clítoris con la punta del vibrador, pruébalo en los senos, y debajo de los labios vaginales. Luego dáselo a ella para que juegue con él en su cuerpo y luego en el tuyo. Las vibraciones te ayudarán a obtener una sensación totalmente diferente en la base del pene, en el cuerpo total del pene, cerca del ano (aunque esto le causa pavor a muchos hombres) y mientras ella te da sexo oral, en tus testículos. Tiempo de cocción: 15 minutos
Textiles para disfrutar
El tacto y la sensibilidad de nuestra piel, son pocas veces utilizadas en el sexo. Por eso te proponemos que en pareja se hagan de materiales de diversas texturas como: guantes de piel, collares de perlas, guantes de goma o látex, pelusa, juguetes de relleno suave, pañoletas de seda.
La mejor forma de usarlos es a través de un masaje sensual en ambos para ver cómo reaccionan diferentes partes del cuerpo: cuello, senos, pene, vulva, piernas, rodillas, corvas, ombligo, pies y manos. Para él: toma una pañoleta de seda alrededor de su pene y jálala de arriba abajo. Para ella: usa guantes de piel para masajear sus pezones, un cepillo suave para cosquillear sus muslos interiores y pasa un collar de perlas sobre su clítoris. Jueguen y experimenten. Tiempo de cocción: 8 minutos