El temor por los devastadores efectos de pandemias de influenza ha estado presente por lo menos durante los últimos 2000 años en la humanidad, cuando oleadas de la mortal enfermedad barrieron muchas regiones del mundo.
Sin un origen conocido que explicara su letalidad, la población de la Italia Medieval inventó el término Influenza (influencia) para esta enfermedad que pensaban era provocada por las estrellas y planetas, que en nefastas alineaciones astrológicas enviaban a la tierra el terrible mal, como un castigo divino.
Durante el siglo XX, se pudo conocer finalmente al agente causante de la influenza; un virus o partícula de microscópica, a la que muchos científicos consideran como una molécula orgánica no viva.
En ese mismo siglo, se descubrió que su aparición en brotes pandémicos, se daba en periodos de entre 25 y 30 años, siendo el mas devastador el registrado entre 1918 y 1919 que dejó 100 millones de personas muertas.
Gripe cósmica
En los últimos años, cuando los científicos esperan la aparición de un nuevo y mortal virus mutante de la influenza, se ha discutido el origen de los virus y de las pandemias qué ocasionan, creyendo algunos científicos como el extinto Fred Hoyle, que su origen puede encontrarse en el espacio.
En la década de los 50, el polémico astrónomo inglés propuso que partículas orgánicas o virus podrían vivir en el medio interplanetario y ser lanzadas ocasionalmente hacia la Tierra por la actividad del Sol, provocando epidemias en la Tierra.
A finales del siglo XX, antes de morir Hoyle y su colega Chandra Wickramasinghe, refinaron su teoría al explicar cómo es que los virus podrían sobrevivir en asteroides o polvo interplanetario, que constantemente cae en la Tierra.
Ambos descubrieron que en la aparición de pandemias como la de 1918, éstas no seguían pautas reconocibles, a no ser que provinieran del cielo, de la inhalación de las aves durante sus migraciones de este polvo cósmico lleno de virus, que parecía haber penetrado a la atmósfera por oleadas, similares a las tres que se produjeron durante la terrible epidemia de la llamada "gripe española".
El reciente hallazgo de formas de vida muy resistentes en la capa superior de la atmósfera terrestre, llamadas extremofilos, parece servir de apoyo a esta teoría que falta de ser confirmada, pero que ayudaría a entender el porqué esta enfermedad surge en sitios geográficamente distantes y daría a los científicos nuevas armas para controlar su propagación.
Influenza, después de todo, no parece ser un nombre inapropiado, para un mal que podría provenir desde el espacio.
lunes, 27 de abril de 2009
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